
Productores y productoras clausuran proceso de formación en Género y Derechos humanos
“Queremos seguir aprendiendo porque el conocimiento nos fortalece a nivel personal y también a nuestras organizaciones”, dijo Evangelina Velásquez, durante la clausura de la primera etapa del proceso de Género y Derechos Humanos, impartido por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación, ERIC-SJ.
Evangelina Velásquez es Coordinadora del grupo Manos Solidarias de la Comunidad Kilómetro 17, municipio de Tela, en el departamento de Atlántida, norte de Honduras. Este grupo está integrado en su mayoría por mujeres, todas forman parte de la Iglesia Católica de dicha Comunidad.
Manos Solidarias nació hace un año y han trabajado de manera colectiva en una parcela de la iglesia, cultivando verduras y frutas. En la actualidad están transformando el cacao en un delicioso pinol que ya se está vendiendo entre la población. Su proyecto a futuro es fortalecer una caja rural y también tener un molino que les permita hacer otros productos para vender en el mercado local.
Este año, la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, en Arizona, les sugirió entrar a este proceso de formación con el ERIC, se les hizo la propuesta del tema de Género y Derechos Humanos, y aceptaron, porque consideran que es importante que las relaciones entre hombres y mujeres sean las mejores en el grupo y conocer los derechos para hacer que se respeten.
Después de una retroalimentación, de un debate de grupo y en medio de preguntas, opiniones y sugerencias, Evangelina junto a 19 personas más recibió su diploma de participación en estos talleres de conocimiento.
Por su parte, Dunia Maradiaga de la Comunidad de Nueva Suyapa, agregó que como grupo de productores, los conocimientos que les da el ERIC son de mucha importancia y los resultados se muestran en las fincas de cacao que ya están produciendo, aparte de otros cultivos, e iniciativas económicas como una cooperativa y una tienda en la comunidad.
“Las mujeres del grupo ahora podemos tomar decisiones y expresar libremente lo que nos parece o no. Somos las que llevamos el control de las cuentas y las relaciones en la organización han mejorado y hay vamos aprendiendo siempre”, Indicó la joven.
En la clausura también participó el grupo de la comunidad de las Metalias integrado por Manuel, Alejandrina, Heidy,Jenny, María y Odelia, dieron a conocer lo aprendido con su proyecto de medicina natural y sus cultivos. Están avanzando a llevar sus conocimientos a otras personas y sobre todo a que conozcan las bondades de la madre tierra al darnos no solo los alimentos, sino que también las medicinas que muchas veces las tenemos en nuestra casa y no nos damos cuenta.
Heidy y Jenny son las jóvenes que además de apostarle a la medicina natural, también se involucran en acompañar a las comunidades de la montaña de Nombre de Dios. Asimismo, conocen la importancia del Yoga para la salud, por eso hemos decidido como equipo técnico del ERIC solicitar a ellas practicar Yoga con quienes quieran del grupo, antes o después de cada taller de formación.
Uno de los grupos más recientes son las mujeres de la comunidad de Planes de Hicaque, que trabajan en la crianza de cerdos y los avances que han tenido. Indicaron que conocer el tema de género y derechos humanos les ayuda a crecer como grupo y también les ayuda en el nivel personal porque se saben valorar y entender que todo lo que hacen las demás personas por el bien del grupo también debe darse el valor que se merecen.
Estos procesos formativos son apoyados también por la organización Cafod de Inglaterra en el tema de agricultura y medios de vida y también por Trocaire, una agencia de cooperación Irlandesa con los temas de defensa de territorios y derechos humanos que fortalecen las capacidades organizativas en las comunidades haciendo que haya igualdad y equidad en las relaciones entre hombres y mujeres.
Esperamos continuar en el 2023 con la segunda etapa de este proceso de formación con estos cuatro grupos y que sigamos caminando juntos y juntas por el fortalecimiento organizativo.
Rita SANTAMARIA