
El manantial de San Pedro Generando Vida En Jicalapa, El Salvador
Tierra, acceso al agua y semilla criolla son los elementos de la fórmula de la seguridad alimentaria para la red económica de familias del municipio de Jicalapa y Teotepeque, departamento de La Libertad en El Salvador. En el proceso de co creación del plan comunitario de desarrollo integral, Solidaridad CVX ha acompañado diferentes momentos en las comunidades de San Pedro, Anales y El Carrizo, en coordinación con líderes/as de la asociación de desarrollo comunitario y animadores del programa que se ha acompañado desde el 2012. Mujeres y hombres conocen y reflexionan sobre la propuesta de acompañamiento institucional de Solidaridad CVX, desde los planes comunitarios con un enfoque integral desde la ética del cuidado. Son 35 familias y un 50% tienen acceso a nacimientos de agua y al río para producir en verano y es su mayor fuente de ingreso.
El mejoramiento de sistema de riego ha Incluido la entrega de mangueras de poliducto de diámetro desde 1/2", 1" y 2" además aspersores y regaderas, para un aproximado de 35 familias de las comunidades. Todo esto para la producción y alargar los ciclos productivos, especialmente de hortalizas, y garantizar una mayor disponibilidad de alimentos con el aprovechamiento del recurso hídrico.
Las familias producen con sistemas de riego en el verano y se dedican a cultivar elote, frijol, pipián, pepino, sandia, mora, rábano, chipilín, güisquiles ayotes y frutales de temporada, que es lo que más les sirve para su sostenibilidad, consumo y comercialización del excedente. El acceso para llegar a la comunidad es bastante complicado.
La tenencia de la tierra es en gran parte propiedad de los hombres de mayor edad, que la recibieron en época de la reforma agraria de 1980, quienes a su vez heredan la tierra a sus hijos y nietos, Esta situación es bastante complicada para las mujeres, la mayoría son madres solteras y aun para construir su casa reciben solamente una pequeña parcela de tierra. Esta tierra no la pueden vender sino solamente heredarse entre familiares, por eso la tierra va quedando en la misma familia. En las evaluaciones de abundancia y escases que se realizan en las comunidades, hay expresiones de las mujeres adultas y jóvenes sobre esta problemática y comienzan a haber propuestas para una distribución equitativa de la tierra entre mujeres y hombres de estas comunidades.
Las familias se integran para hacer los viveros, la siembra, limpiar la tierra y lo importante es que son productos orgánicos, para lo que han recibido capacitaciones con Solidaridad CVX y otras instituciones como el centro nacional de tecnología agropecuaria, CENTA. Han aprendido a hacer insumos orgánicos y son los que utilizan para los cultivos. Ahora son muy buena opción, ya que debido a la emergencia por COVID 19, no se pueden comprar insumos por el cierre de los comercios, logrando buenos resultados en los cultivos. Contar con los sistemas de riego es muy importante, debido a la larga distancia de las cual deben traer el agua. Se unen varias familias para el uso del agua para riego organizando un programa con fechas determinadas por familia para el riego de sus cultivos.